JESUCRISTO, LA IGLESIA Y LA PALABRA DE DIOS.
Somos Iglesia, y pertenecemos al cuerpo del Señor. Quien siendo nuestra cabeza nos santifica y nos instruye Él mismo siendo palabra hecha carne.
NUESTRO PECADO.
La Iglesia como columna y fundamento de la verdad nos advierte del peligro de perder la gracia divina por el pecado. Tengamos contricción de ofender a un Dios tan grande.
LA HERMOSA MARÍA.
Jesús quiere venir a ti por María. Ella acoge el inefable don que es el hijo de Dios, y es templo del Espíritu Santo. El Magisterio de la Iglesia nos dice que todas las gracias vienen por María.
ESPÍRITU SANTO VIDA DE MI VIDA.
Dios espíritu es el amor del Padre y el Hijo. Procediendo de esa corriente de amor, se vuelve nuestra compañero y auxilio en cada momento de nuestra vida.